lunes, 11 de junio de 2007

Ann Coulter: la lección que un progre no debería olvidar

Ann Coulter: la lección que un progre no debería olvidar

Reconozco que sólo la conocía "de oídas" y que nunca había mostrado interés alguno por lo que esta columnista estadounidense decía o dejaba de decir en el otro lado del Atlántico, pero en una de mis visitas por uno de esos blogs donde Rajoy es Dios y Esperanza su mano derecha encontré uno de esos post, (gracias Anghara), que le traen a uno recuerdos de un pasado no muy lejano en el que frases como esta llegaron a ser noticia en medios que yo antes consideraba poco recomendables:

"Algunos han argumentado que la respuesta de Israel es desproporcionada, lo que en realidad es correcto: no fue lo bastante fuerte ni de lejos. Lo sé porque aún hay zonas del sur del Líbano en pie."

No crea el profano que esta frase fue dicha en la intimidad de una conversación, o que fue emitida en un momento de rabia, Fue publicada sin vergüenza y aplaudida por muchos. La vergüenza no es viable en el entorno de quienes apoyan las ideas ultraconservadoras. No hay pudor por lo dicho porque es lo que hay: Si nos cargamos a todos se acabó el problema, la teoría es simple, tan evidente que no cabe discusión:

De la revista National Review Online,13 de septiembre de 2001:

“Debemos invadir sus países, matar a sus dirigentes y convertirlos al cristianismo. En el caso de Alemania, no nos limitamos a castigar a Hitler y sus principales oficiales. Arrasamos sus ciudades con bombas y matamos a muchos civiles. Así es la guerra. y estamos en guerra”.

Del periódico New York Observer, 20 de agosto de 2002:

“Lo único que lamento en el caso de Timothy McVeigh [que puso una bomba en el edificio federal de Oklahoma] es que no fue al edificio del New York Times”.

Del noticiero MSNBC, 22 de marzo de 1997:

“Soy partidaria de dar latigazos en público. La humillación pública sería muy útil en el caso de los delincuentes juveniles, que piensan que es un honor ir a un centro de detención. Un latigazo público no sería tan chido”.

Todas estas frases famosas de Ann Coulter que pudieran dejar a alguno con la boca abierta sólo forman parte de una realidad inapelable que debemos empezar a respetar los que hasta ahora hemos defendido fracasados ideales de izquierdas con la insana intención de cambiar el mundo que nos rodea. ¿Acaso no es esta filosofía más directa y efectiva?.

Si queremos cambiar el mundo cambiémoslo destrozando literalmente al oponente y dejémonos de gaitas.

Pobre de ti progre si no estas dispuesto a acatar, porque se te aplicará el decálogo sobre "cómo hablar con un progresista, (si no le queda más remedio)":
  1. No rendirse antes de pelear.
  2. No estar a la defensiva.
  3. Hay que sacar de quicio al enemigo. ("Si el progresista con el que está usted hablando no se queda sin habla, espumeante e impotente de rabia, es que usted lo está haciendo mal. La gente no se pone furiosa cuando se le miente; se pone furiosa cuando se le dice la verdad.") (Este es mi favorito.)
  4. No disculparse jamás, "al menos no por lo que los progresistas quieren que usted se disculpe".
  5. No elogiar nunca a un demócrata (aquí, el partido de izquierdas que corresponda).
  6. No mostrarse nunca generoso con un demócrata (ídem).
  7. No halagar nunca a un demócrata (ídem otra vez).
  8. No dejarse nunca comprar por los progresistas.
  9. Prepararse para que los secretos mejor guardados de la propia vida privada sean aireados por los progresistas.
  10. Estar siempre disponible para los progresistas en trance de reconversión.
¿No os consuela el décimo mandamiento?, siempre podemos cambiar y ellos estarán preparados para echarnos una mano, (siempre que no nos hayan matado antes).

Mirad a vuestro alrededor y comprenderéis que es mucho más sencillo defender cosas como estas que conceptos como el de paz e igualdad.
Fijémonos en un caso cercano como el de nuestro terrorista de moda: De Juana Chaos.

¿Acaso hay algún iluso entre vosotros que aun crea que la justicia debería ser igual para todos viendo lo que ha ocurrido con este asesino?. ¿No sería mas fácil aplicar la lógica y apedrearle en la plaza pública?, o al menos dejémosle morir en una fria celda, ¿no es eso lo que el quiere?, ¿qué tontería es esa de que el estado tiene que velar por la vida de ese cerdo?.

Dejémonos de "buenismos" y vendamos un discurso que todo el mundo pueda entender, Jimenez Losantos nos da una clase diaria.

No hay comentarios: